En este artículo, hablaremos sobre cómo el miedo puede ser un gran obstáculo para la consecución de nuestros objetivos.
Empezaremos definiendo lo que es “el miedo”. El miedo según la RAE es “una angustia por un riesgo real o imaginario”. No es necesario indicar que el miedo es fundamental cuando el riesgo es real, como por ejemplo en un atraco, ya que activará todos tus recursos para poder sobrevivir. Sin embargo, cuando el riesgo es imaginario, ese miedo, te limitará de muchas maneras, interrumpiendo tu proceso para conseguir lo que quieres, o si se reitera con frecuencia, se puede acrecentar el Trastorno de Ansiedad. Por lo tanto, para que el miedo no sea un obstáculo para conseguir lo que deseas, tienes que trabajar la confianza en ti.
Lo primero que tendremos que reflexionar y decidir, es discernir y tener claro si “este miedo” se apoya en datos reales, o son miedos producto de lo ficticio. Si es un miedo imaginario lo que pasará es que te invadirán ideas irracionales, ideas subjetivas e idearás muchas excusas que solo te limitarán en la actuación para conseguir los objetivos.
Por ejemplo, cuando este miedo aparece por el temor al fracaso, sería crucial luchar por lo que uno anhela.
¿Creéis que los que han conseguido el triunfo no han tenido que superar muchas derrotas? De los fracasos se puede aprender, para ir mejorando paso a paso hasta llegar a la cima. Podrás lograr ser mas resistente y tener más experiencia para afrontar los pequeños errores que te encuentres incluso habiendo logrado el éxito.
El ser humano tiende a evitar lo que uno teme y le provoca inseguridad. Este es el pretexto rápido y sencillo a corto plazo ya que la ansiedad desaparecerá en cuanto no se someta a la situación que la provoca. Pero hay que tener en cuenta que la autoestima aumenta cuando te enfrentas a esas circunstancias que temes y disminuye cuando las evitas.
Por lo tanto, es crucial la conciencia y reconocimiento de nosotros mismos, generando la confianza en uno mismo para tener una autoestima equilibrada y óptima. También recordaros constantemente que no hay límites para conseguir lo que te propongas de forma objetiva, ese miedo que se manifiesta es limitante, lo generas tu, no es real. Sólo en tu cabeza existen esos límites.
A la hora de marcarnos un objetivo es fundamental ser realista y concluir que tu objetivo, es un objetivo SMART (George T. Doran). Los objetivos SMART son los objetivos inteligentes.
Por lo que tiene que cumplir los siguientes requisitos; para averiguarlo, contesta a las siguientes preguntas:
S: Specific. Específico ¿El objetivo es concreto y está detallado?
M: Mesurable. Medible ¿Cómo se puede contabilizar que estamos consiguiendo el objetivo?
A: Attainable. Alcanzable ¿Hay personas que lo han logrado?
R: Relevant. Relevante o Realista ¿Son objetivos relevantes? ¿El proceso será lento?
T: Timely. Tiempo y etapas ¿Es apropiado el marco de tiempo? ¿Conseguir el objetivo es lo suficientemente urgente? ¿Cuáles son las etapas para conseguir el objetivo?
Una vez cumplidos estos objetivos, tendremos que evaluar la realidad, examinado los recursos de los que disponemos y los que el objetivo requiere y barajar las diferentes opciones para conseguirlo. Desde este punto, ya estaríamos preparados para pasar al plan de acción.
Alejandra Krieger, Psicóloga Sanitaria